La estrella en ascenso que abandonó la ingeniería para seguir su pasión por la actuación

Georgia Clark nació en La Habana, Cuba, hija de madre cubana-italiana-inglesa y padre georgiano. A pesar de sus sueños tempranos de convertirse en actriz, la presión familiar, especialmente de su padre proveniente de una prominente familia de actores rusos y georgianos, la guió por un camino distinto. Inspirada por su abuelo paterno, decidió estudiar ingeniería civil. Al graduarse, trabajó como profesora universitaria e investigadora en su país natal, pero nunca abandonó su anhelo por la actuación.

Primer Contacto con Hollywood

La llegada de la superproducción «Fast and Furious 8» a Cuba resultó ser un punto de inflexión en su vida. Acompañando a una amiga a un casting, fue seleccionada como modelo para la película, experiencia que revivió su amor por el cine.

Equilibrando Dos Mundos

Sin embargo, aún le costaba renunciar a su carrera como ingeniera. Decidió obtener una maestría en Diseño Interior y Arquitectura en la Escuela de Diseño de Barcelona. Posteriormente, se estableció en la Ciudad de México, donde continuó su educación actoral en la «Casa Azul» y asistió a talleres con el director Luis Mandoki, mientras trabajaba en proyectos de ingeniería y arquitectura.

Descubriendo el Cine Mexicano

Su primer papel en una película mexicana, «Guerra de Likes», dirigida por la española María Ripoll, le permitió compartir escenas con grandes actrices mexicanas como Regina Blandón y Ludwika Paleta. Este encuentro la enamoró de la industria cinematográfica mexicana.

Un Cambio Radical en Su Carrera

Su participación en la película estadounidense «God is a Bullet», dirigida por Nick Cassavetes, fue el impulso que necesitaba para tomar una decisión drástica: abandonar el mundo de la ingeniería para perseguir a tiempo completo su carrera como actriz.

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