Toñín Fernández, un agente de fútbol de 29 años, originario de Madrid y actualmente residente en Coslada, ha estado profundamente involucrado en el mundo de la representación y el fútbol desde una edad temprana. Trabajando en reconocidas agencias multinacionales, Toñín se ha destacado en la industria y desde enero de 2020 ha establecido su propia agencia internacional de futbolistas llamada «Transfer Football Management», con sede en Madrid.

Como joven emprendedor con una constante búsqueda de superación y ambición, la pasión de Toñín por el fútbol lo ha llevado a embarcarse en esta aventura en un ámbito en el que se siente cómodo. Viaja ampliamente, visitando clubes en toda Europa para comprender sus métodos de trabajo y los perfiles específicos de jugadores que buscan y necesitan. Colaborando tanto con clubes como con jugadores, el objetivo principal de Toñín es crear nuevas oportunidades de mercado para los futbolistas que representa.

Una de las habilidades clave de Toñín es la identificación de talento. Su enfoque minucioso y detallado, combinado con su conocimiento directo de las necesidades y requerimientos de los clubes adquirido a través de experiencias personales y viajes, le brinda una visión profunda de lo que el mercado demanda. Esto se traduce en una alta tasa de éxito en la firma y representación de futbolistas, ya que el trabajo realizado durante todo el año con los clubes aumenta la probabilidad de colaboraciones fructíferas.

Cuando Toñín identifica a un jugador que el mercado (los clubes) requiere, firma y gestiona su carrera durante al menos dos años, con el objetivo final de llegar al fútbol profesional. Es importante destacar que Toñín ha guiado con éxito carreras que previamente se limitaban a la quinta categoría (TERCERA RFEF) en España, impulsando a jugadores al más alto nivel, como es el caso de Luiyi de Lucas, quien experimentó una notable transición a la Scottish Premiership. En tan solo un par de años, Luiyi pasó de no tener valor de mercado (0€) a tener un valor de 300.000€ según Transfermarkt, e incluso recibió una convocatoria a la selección nacional de la República Dominicana.

Lograr este tipo de fichajes requiere un contacto y comunicación extensos con los clubes, como lo demuestra el contacto durante un año con Livingston FC en Escocia para asegurar la transferencia de Luiyi. Toñín proporcionó la máxima información sobre el jugador para establecer credibilidad y una relación sólida con el club, lo que finalmente resultó en su preferencia por su cliente sobre otros.

Otro éxito destacado es el de Maissa Fall, un jugador senegalés que logró convertirse en profesional en Polonia. Anteriormente, Fall solo había jugado en ligas no profesionales como la Tercera División y la Segunda B en España. El objetivo de Toñín no solo es asegurar contratos para sus jugadores, sino también encontrar el mejor entorno para su crecimiento profesional. Este aspecto representa el verdadero desafío: garantizar que los jugadores alcancen su máximo potencial en un contexto profesional.

A medida que cada temporada llega a su fin, Toñín celebra reuniones estratégicas con los jugadores para evaluar su rendimiento y determinar los mercados a los que apuntar en las próximas ventanas de fichajes. Se realiza una evaluación exhaustiva, considerando el progreso de la temporada actual y las condiciones individuales de cada jugador. Al trazar el camino a seguir, Toñín brinda a sus jugadores seguridad y confianza, asegurando que todos trabajen juntos como un equipo. Es importante destacar que el enfoque de Toñín se centra no solo en trabajar con futbolistas, sino también en fomentar conexiones personales, evitando el estereotipo del negocio basado en comisiones y la reputación negativa que a menudo rodea a los agentes y la representación.

Una de las políticas destacadas de la agencia de Toñín es la ausencia de reclutamiento de jugadores a través de compras de materiales o regalos. Su objetivo es evitar relaciones superficiales basadas en el interés propio. En cambio, proporcionan a sus jugadores herramientas y servicios esenciales para ayudarlos a desarrollarse como profesionales reales y valiosos. Para Toñín, no son unas botas de fútbol las que cambiarán la carrera de un jugador, sino un enfoque integral que incluye una nutrición personalizada y una estrategia de gestión adaptada a las necesidades individuales de cada futbolista.

El viaje de Toñín Fernández en el mundo de la representación futbolística demuestra su determinación, experiencia y compromiso para ayudar a los jugadores a alcanzar su máximo potencial. A medida que continúa dejando una marca significativa a una edad temprana, su dedicación a una gestión justa y personalizada establece una diferencia en una industria que a menudo está asociada con la controversia.

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